viernes, 8 de marzo de 2013

Bienvenida


¡Hola! Soy Susana Prats Álvarez y este es mi primer año como estudiante del doble grado de Trabajo y Educación Social en la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla). Tengo 18 años y a partir de ahora este será mi blog de la asignatura Tecnología de la Información y la Comunicación y Educación Social.
En este blog plasmaré las actividades y programas que se enseñan en las prácticas, así como información de interés que esté relacionada con la asignatura. ¡Espero que disfrutéis del paseo por mi blog!

 A continuación me gustaría dejar en esta entrada un pedacito de mí contando cómo y por qué decidí estudiar este doble grado que tanto me entusiasma.

 No he sido precisamente de esas personas que desde pequeña tenía claro qué quería estudiar y ser de mayor. Pero a medida que iba creciendo, aprendiendo y madurando fui descartando muchas carreras, que me llamaban la atención pero que no se ajustaban de todo a mi forma de ser ni a mis capacidades.

 QUERÍA SER veterinaria, porque me gustaban mucho los animales, hasta que supe que los animales también sufrían, había que operarlos y a veces morían, algo que yo no podría soportar. Idea descartada. 

QUERÍA SER pediatra, porque me gustaban mucho los niños, pero también descubrí que los niños van al pediatra si están malitos, y también sufrían… Idea descartada.

 QUERÍA SER periodista, para informar al mundo de todas aquellas noticias que sólo están en manos de algunos (los mismos de siempre), pero pensé que luchar contra esas “manos” tan poderosas sería casi imposible, por lo que también descarté esa idea.

 En definitiva, nunca tuve claro qué quería para mi vida en un futuro, cosa que me frustraba mucho. Me pasé muchas noches y días dándole vueltas a la cabeza, pero no encontraba nada que me motivase de verdad para seguir estudiando. Sólo estudiaba y estudiaba para que pasara el tiempo, con el deseo de que en ese tiempo me pudiese conocer mejor a mí misma, y así encontrar aquello por lo que luchar.

 Se acercaba segundo de bachillerato y yo aún no sabía qué hacer con mi vida, sólo tenía la certeza de que quería ir a la Universidad, lo único que tenía claro.

 Mi familia siempre ha sido socia de alguna ONG (Intermon Oxfam, Greenpeace…), y de alguna u otra forma siempre ha tenido interés por mejorar y cambiar un poco este mundo en el que vivimos, mediante manifestaciones, recogida de firmas,etc.

 Como bien vimos en sociología, el principal agente de socialización de un individuo es la familia, pues es suele ser en su seno donde se aprenden los principales valores, normas o pautas de comportamiento esenciales para desarrollarse en la sociedad. ¿Qué quiero decir con esto? Quiero decir que el hecho de que mi familia siempre me haya inculcado valores como la solidaridad, el respeto, la igualdad…ha influido, y creo que mucho, en mi forma de ser y actuar. Digo esto porque fueron ellos, mis padres, los que me hicieron descubrir qué podía estudiar que me gustara y me motivase verdaderamente. Les dije que quería trabajar con personas en situación de riesgo o necesidad, a lo que ellos me respondieron que la carrera de trabajo social podría ser la más apropiada. Yo ya había oído hablar de esta carrera, pero nunca me había documentado bien sobre ella. Al hacerlo, vi que me podría gustar y empecé cada vez a mostrar más interés con todo lo que pudiese estar relacionado con ella.

 Una amiga y yo, que queríamos cursar la misma carrera, nos decidimos a participar en la ONG de nuestro pueblo (Tomares Comparte http://www.tomarescomparte.org/), pues, en cierta medida, el voluntariado que allí se hacía tenía alguna relación con el trabajo social.



 Las actividades en las que participábamos, esporádicamente, nos hacía sentirnos muy bien, ya que veíamos que el granito de arena que se aportaba servía para algo: ayudar a las familias de nuestro pueblo, y alrededores, que estaban pasando por situaciones difíciles. Cada vez nos íbamos involucrando más en la ONG, y conseguimos que personas de nuestro entorno se involucrasen un poco también en algunas de las actividades que hacíamos (recogida de alimentos, mercadillos solidarios, festivales…).




 Fue tanto lo que me aportaron estas experiencias que me decidí no sólo a estudiar trabajo social, sino también educación social, pues me sentía bastante atraída por el ámbito de la educación.
 Después de haber cursado el primer semestre de este doble grado en trabajo y educación social, me siento muy satisfecha por haberme decantado al final por estudiar esto, lo que me gusta. Desde la segunda semana sentí que había tomado el camino correcto que tanto me había costado elegir.

  ¡¡ AHORA QUIERO SER TRABAJADORA Y EDUCADORA SOCIAL!!

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